Caída del cabello: una cuestión de salud
La alopecia no es solo un problema estético, es una señal de alarma de que algo le ocurre a tu organismo. No le quites importancia.
La ausencia total o parcial del pelo se produce como consecuencia de diversos factores, como envejecimiento natural, trastornos endocrinos, reacciones a fármacos, medicamentos anticancerosos, enfermedades cutáneas y otros.
Existen unos cinco millones de folículos pilosos en un adulto, esto corresponde a unos seiscientos folículos pilosos por centímetro cuadrado. La longitud del cabello depende en gran manera de la información genética de cada persona, aunque el estado nutricional es uno de los principales factores que contribuyen a que el pelo se conserve sano.
Vitaminas que favorecen un cabello sano
- Vitamina A: Favorece al crecimiento de los huesos, dientes, cabello y uñas.
- Vitamina B: Para prevenir la caída y la aparición de canas prematuras.
- Vitamina C: Para activar la síntesis de colágeno y mejorar la salud del cabello.
- Vitamina E: Es esencial en caso de calvicie y otros problemas cutáneos.
- Aminoácidos Azufrados: Esenciales en formación de la queratina que constituye el cabello (Cisteína).
- Cinc: Refuerza el sistema inmunológico y previene la caída del cabello.
Alimentos recomendados
Se recomienda el consumo de germen de trigo, alfalfa, brotes de soja, berro, pimiento, zanahoria, mijo, cítrico, lentejas y aceitunas.
Alimentos desaconsejados
Se desaconseja ingerir grasas animales, harinas refinadas, bollería industrial, alimentos fritos, alcohol, café, té y otras bebidas estimulantes.
Otras recomendaciones
Hoy día es aceptado y científicamente conocido que el estrés es un factor de riesgo en la caída del cabello. Una prueba indirecta es que en la actualidad son más frecuentes los casos de personas jóvenes, especialmente hombres, que sufren este problema. En consecuencia, resulta primordial acceder a un estado general de relajación y tranquilidad, mejor si es obtenido con la práctica de algún ejercicio, paseo o técnica de relajación.
También resulta evidente que una buena alimentación ayudará a conservar el cabello sano. En especial el consumo abundante y variado de frutas, verduras y cereales, que aseguren un aporte adecuado de Vitamina B, E, acido fólico y hierro. También los zumos ricos en Vitamina C y betacarotenos.
Es una buena idea enriquecer las sopas y guisos con copos de levadura de cerveza y germen de trigo, así como ingerir diariamente una sopa de mijo; evitar el consumo de grasas, así como el tabaco, alcohol, café y otras bebidas que contengan cafeína; beber agua mineral con alto contenido en sales minerales.
En otro orden de cosas, no conviene lavarse nunca el cabello con agua demasiado caliente, y al ducharse aplicar alternativamente agua caliente y fría para activar el riego sanguíneo, para terminar siempre con agua fría.
Se recomienda no utilizar jabones agresivos para el lavado del cabello, ni el cepillado energético. Es mejor utilizar jabones neutros o especiales para la caída del cabello.
Además, hay que evitar el empleo de secador con aire muy caliente, es preferible secarse la cabeza con una toalla.
Información del Intitulo Profesional de la Salud.
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